domingo, 21 de febrero de 2016

Tirano

Sabés que pienso demasiado en casi todo.

Sabés también que tengo ambivalencia de pensamiento y sentimiento sobre tu queridísimo pelusa ruliento. Sabés que la música atraviesa mi vida, tanto como la tuya. Sabés que soy tercamente impulsiva -aunque no lo creas, con casi nadie del resto de la gente-, sabés que cuando pienso en vos siempre pienso en que los demás son parte de un colectivo llamado "el resto"...
Y sabés también -o deberías saberlo después de tantos años-, que me obligué justamente a no pensar en vos, porque es ridículo fantasear acerca de alguien que viste apenas cinco veces en tu vida. 

Cinco, como las veces que escribí la palabra pensar. No creo en las casualidades, sino... ¿Cómo explicar que cuando te enteraste que descendió de categoría el equipo de tus amores llamó por celular tu mamá desde el pueblo, y estabas yendo a desayunar conmigo? Desayuno que concluyó en uno de los abrazos más dotados de significado que me dieron en la vida. Fue simplemente eso. Siempre cinco para el peso pero sonrío mientras escribo, por la ingenuidad de creer posible algo frustrado desde el comienzo.

Sabés que pienso demasiado en casi todo. Y sabés también que respecto a vos, cualquier obligarme a no pensarte me resulta insostenible.

No hay comentarios.: