Love me tender
Con él es un festejo constante.
Los regalos no obedecen a fechas ni los abrazos a ocasiones determinadas.
Hay besos a deshoras que rompen las rutinas
y mimos que ablandarían a cualquier ser humano que se jacte de tal.
Los planes se modifican diariamente por la necesidad de vernos,
imperiosa necesidad.
Y dormir abrazados se transformó en el momento que más espero del día,
para estar piel con piel... con nadie más que con él.
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