lunes, 12 de diciembre de 2016

Yo prometí darte unos versos

Retazos de todo lo que te diría cuando te tenga nuevamente enfrente (y de todo lo que no me va a salir, claro):
Ese verano me atacaste de frente y me hiciste flaquear con tus dardos elocuentes. Huí casi inmediatamente, pero me buscaste para ir a tomar aire. Por suerte para mí.
No me conviene quedarme donde no me dejas encariñarme, verte y no poder querer. Sí a tu forma, liberal y despojada. No a mi manera. Intensa y eterna mientras dura.
Rockerito o pseudo rockstar: No me gustan las imposturas, me gusta conocer vicios y fortalezas de la persona, no del cantante: el personaje que sirva para las notas en los medios, sino te come, entiendo. Conmigo sinceridad, siempre. Sólo pido que me seas frontal. Error: pido que seas, conmigo. Vos mismo. Amor: Pedazo de ser humano! Chiquito en cuerpo de grande, ser especial de mecha corta (muy). Seguí gritando tus verdades sin temor –que me embelesaron-, creando mundos de protesta, incentivando almas dormidas. Y generando empatía y sonrisas a tu paso.

Ven (seremos). Siempre tuya. Por qué? Porque sos un músico que no toca instrumentos, sino almas.

1 comentario:

Ale dijo...

La música siempre llevándonos a partes inequívocas de un mismo mundo, a senderos internos llenos de cosas que nos conmueven, que nos arrastran irremediablemente a la certeza de estar vivos.